“Comerlo con entusiasmo.”
Duro hueso y semilla el origen de la vida
del durazno alabado que, sutil, ahí anida
procedente de la China el buen cultivo,
por el mundo, clima templado incentivo.
Brote tierno que ha crecido en fértil suelo,
árbol firme de la orilla del riachuelo,
hojas, ramas, que se mueven por el viento,
seda tersa de rojizo amarillento.
Terciopelo conformando una bolita,
bella fruta de mi Dios tan exquisita
que alimenta con el néctar que se oculta
tras la fibra deliciosa de la pulpa.
Melocotón, duraznero, le han llamado,
muy carnoso, refrescante, bien amado,
nos nutren sus propiedades potasio,
vitaminas, fósforo, magnesio, calcio.
Digestivo, antioxidante, placentero,
para la humanidad manjar primero
de sabor incomparable que provoca
la mordida más ansiosa de una boca.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Reino de Tacubaya, Ciudad de México a 30 de junio del 2018
Dedicado a mi Mamá, Josefina Aranda de Ramos (QEPD)
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