Se llenaron de mierda los anaqueles;
ahora el mundo gira sobre sí, y nosotros, dámos vueltas a la hora de pensar;
las calles pueden brillar al igual que nuestro ser de cemento;
los libros son solo monumentos: recuerdos del ayer y píldoras del desarrollo
La TV: droga de la involución;
las arterias del tiempo palpitan un cambio, pero los corazones de estiércol desprecian la revolución;
las balas como sinfonía son el himno de nuestra tierra, y los coros del \"señor\" el fondo de las masacres;
mal pagados son los noticieros, las lágrimas siempre de primicia y los aguaceros de sonrisas: el pergamino subversivo del Ché;
el rumbo de nuestra historia busca tambores y golpeteo , pero las guerras y sus estallidos, silencia nuestro deseo en coro;
el más bueno es crucificado por todos aquellos que lo cree bueno, \"el malo\" somos todos y ésta narración poco a poco, pierde su sentido.