Seremos el aire que levanta el polvo.
Un grano de arena que acompleta las playas, y las hace mas hermosas.
Ser el uno de todo lo que suma y no comprende.
En ocaciones siento ser la puerta que se abre a lo incierto; pero todos quieren pasar y disfrutar lo que no han ganado.
La tristeza da esa certeza de que no se conoce la continuación de vivir, sonreir y amar.
Qué rostro he de poner, qué devo de ser; si aún no alcanzo ser nada de lo que algún día imagine y quise ser.
Todos me miran como el incecto incomprensible e implacable que anda en el suleo, sin motivo; más que el de sobre vivir, caminar y encontrar cómo aparearse y reproducirse para continuar con su descendencia.
Me axficcio tanto, teniendo tanto; como el aire, como el sol y su luz; me vuelvo mudo teniendo tanto que decir, y me muero teniendo tanto que vivir.
Vivir no es facil, y no porque no me lo facilite o me lo merezca.
Siempre existe quien me quiera ver saltar más de lo que mis pies pueden dar y librar.
Veo que a nadie le satisface ver que obstáculos no me detienen, y ver que la vara impuesta la levantan más para que tropiese.
El suelo es el un lugar que todos me asignan, y quieren ver que siempre lo bese.
Yo solo quiero el cielo, la maravilla de volar sin tener alas, el poder cruzar mares sin poder flotar, y navegar como el corcho perdido, que a la deriva llega a la bahía y nadie conoce, y nadie desconfía pero todos quieren poseer.
Muero por vivir, vivo por sentir: Pienso por pensar, sentir amor por amar y siento que amar y vivir es algo que nadie quiere que quiera por odiar.
En ocaciones me arrepiento de no ser lo que todos quieren que debo ser.
Ser, o no ser.
Pero soy lo que soy; sin deber lo que quieren que deba.
Marc Téllez González.