De todas las variadas mercancías
que se venden en el mercadíllo
formando confuso batiburríllo
son las flores las que alegran el día.
Ahí está sentada, siempre sonriente
pues siempre hay algo que celebrar
un cumpleaños, una flor para el ajuar
la vendedora espera paciente.
A ella le compra quien quiere
tener en casa un jardín
que le recuerda una lejana fecha.
La rosa sin espínas no hiere
la rosa con su amigo el jazmín
es alivio de la nostalgia y la tristeza que acecha.