Hay bán cuatro caballos negros
con sus cintos de oscuro color
con sus herraduras de plata
el silencio que acompaña el dolor
Familiares y amigos en un negro
funeral, nosotros los chicos
nos quitamós los gorros con
respeto y educación,
el cielo se a oscurecido
a cambiado de color
están llorando los cielos
por un ser que lo llevan a enterrar.
la carroza se pierde en la otra esquina
nos unimos a las filas que nos llevarán
en este largo caminar,
sin importar la distancia y a quien era,
al que vamos a acompañar.
Ya están los sepultureros
esperando el cajón, notandocé el silencio
de un profundo dolor.
Ya lo están bajando junto a las flores
que adornan su ataúd,
el dolor de aquella madre y unos hijos que le piden a Dios,
les devuelva a su ser querido
para no morir de tristeza y de amor.