Despeina suave brisa la alborada
de azares que despiertan inocentes,
se rompen los silencios de repente
en tanto se libera la añoranza.
Se llena de rocío la nostalgia
bañada con el llanto de la noche,
quizás supo de besos o reproches
la ilesa golondrina desvelada.
Impacta la osadía anticipada
que ilusa busca el roce de un recuerdo,
asoma desde el alma el sortilegio
e inspira verso a verso su romanza.
Irrumpe en el estío la mañana
de azules alamedas tentadoras,
presagia un frenesí que se atolondra
ansioso en la utopía alucinada.
II
Ansioso en la utopía alucinada
descubre un nuevo sueño que conspira,
infunde al horizonte en la vigilia
azares caprichosos e irredentos.
Abraza desde el alma su universo
la impronta en desafiante sacudida,
se impone contingente y sin malicia
atado a la verdad que no se espanta.
Y eleva su confianza sin lamentos
seguro en su leal peregrinaje,
cual firme confidente inigualable
que enciende su almenara entre las sombras.
Revuela en el estío silenciosa
la musa entre sincréticas deidades,
comulga en el arpegio de los mares
en tanto se emancipa en el silencio.
Aimée Granado Oreña
Gota de Rocío Azul