En el rincón más pequeño de la casa
encontrarás mi alma hecha pedazos,
que importa cuando se rompió
si poco a poco se despedazó mi corazón.
Quise ver una luz intensa de felicidad
y solo hallé una oscuridad infinita,
mis ojos se acostumbraron a no ver más allá,
mis oídos sepultados a la dureza de tus palabras
y mis labios ansiosos de oír frases de amor.
En un agujero de mi mente,en el más pequeño
revolotean miles de sucesos,
pero todo se ha perdido,es como si mi vida
no hubiera valido nada,como si mi persona
fuera un fantasma atrás de todos.
Así viví tras la nada,
corriendo sin prisa,
comiendo sin hambre,
muriendo lentamente,
poco a poco.
Ya nada importa...
soy solo un pedazo de papel,
una pluma sin tinta,
¡qué poco valí en la vida!
El llanto siempre estuvo conmigo,
el amor se quedo dormido
y sabiendo que está ahí
ocupando un vacío infinito.
Mis alas se han cansado,
rendidas van por el cielo,
un cielo gris que ya no existe,
mis pesadas piernas no pueden más.
mi piel se ha dormido,
este es mi cuerpo inerte...flojo...
ya no puedo más...
Ya no existe nada del pasado,
el presente es deforme,
no sé que será de mi futuro.
Seré una montaña inalcanzable,
un mar profundo donde nadie
podrá llegar
¡no toqué fondo en nada!
No me alcanzaron los brazos
para tomar las cosas bellas
que da la vida.
¡Qué poco he dado!
¡Qué poco he valido!
YOLANDA BARRY