Un día al mirarme en el espejo
Extasiado vi tu rostro bello
Y en vez de alisarme el cabello
Quedé anonadado y perplejo.
El bizarro espejo reflejaba
Nítidamente tu dulce sonrisa
Cual bella flor pintada en la brisa.
Que a mi alma arrebataba.
Encerrado en la pequeña estancia
Contemplaba extasiado
Sin alejarme a ningún lado
Contemplaba tu hermosa presencia
Al pasar el tiempo siempre inexorable
El sortilegio de tu sonrisa se fue borrando
O más bien se iba transformando
En rostro de tristeza lamentable.
Un día gris llena de penumbra
Con gran ansiedad fui a mirarte
Comprendí en ése instante
Que en el espejo sólo había una sombra.
Desde entonces el silencioso espejo
Parece burlarse de mi triste congoja
Como el viento lleva una marchita hoja
Hoy camino cual espectro de hombre viejo.
Lima, 3 de julio del 2018