Bello,
descuidada belleza
herida.
Dónde está
aquel cervatillo escondido
de tu Amor Perfecto?
Desdichas
ahogan mi espíritu.
El recuerdo es la tortura
de tus besos,
que milagrosamente
se hacen carne
en mis labios resecos...
Soñaré contigo,
amor perdido e indiscreto...
En este viejo sillón
de los recuerdos,
la penumbra del día,
que se acaba,
gana los recovecos
del oscuro cuarto.
Sierra cruel
que cercena
la Memoria de tu rostro;
se desdibujan
con el Tiempo
(que inexorable transcurre)
tus rasgos
amados y bellos
mi añorado
y amado,
vergel....