MARCHAR
Que maravilloso tu voz escuchar,
Plagada de tu extraña ternura,
Fue tu decisión tener que marchar,
Dejándome sumido en esta locura.
Ojalá que aquel que ocupe mi lugar,
Te colme de detalles y amor,
Y nunca llegue a jugar,
Ni causarte dolor…
Gracias, por ser tan maravillosa…
Dejándome vivir este pequeño sueño,
Pero así son las cosas,
No puedo ser tu dueño…
Es muy amargo este momento,
Caminar por cristales rotos,
Es decir muy poco…
Como también es decir: lo siento…
No puedo Adiós decirte,
Imposible pedirlo al corazón.
No encuentro todavía una razón,
Para de tu amor despedirme…