Tu inconfundible voz
me llega como un eco
perdido allá en la lejanía,
y acaricia mis oídos
repitiendo las más bellas melodías
que nacían de tu sentir,
sentir que me quedó grabado
con silencios y letras imborrables.
Jamás podré olvidar las palabras
de amor, que a mi lado susurrabas
cuando perdidamente enamorada,
en mis brazos entregabas tus sueños,
preñados de caricias y de besos,
que celosamente guardabas
para mí, que era tu dueño.
Como nada es eterno, un día
todo terminó entre los dos
Y solo una hermosa fantasía
Renace en mi, al recordarte.