Un soneto al misterio
Mujer que intervino mi camino
Cuando me encontraba en la sombra de mi soledad
Mujer que fue una estrella de luz en la callada
Y sombría nebulosa del destino.
Aroma de lo noble y de lo delicado:
La vi. Con una luz en su mirada.
Más no quiso hacer caso a mi llamada
Y trasformó mi alma en lo divino.
Yo quedé con mis pensamientos destruidos.
¡Corazón herido con llaga y llaga
Cuando me ilusiono por algo!
¿Por qué es tan dura ante la vida dura?
¿Será el temor que a la vida...le tuviste
Mujer, realmente no supiste lo que yo valgo?
Autor: Hernán R. Cornejo Véliz