Tipo café: Los mejores son ricos, calientes, con cuerpo y te mantienen despierta toda la noche.
Tipo cemento: Después de esparcidos tardan un buen rato en ponerse duros.
Tipo chocolate: Dulces, suaves y generalmente se van directo a tus caderas.
Tipo batidora: Crees necesitar uno pero no sabes realmente para qué.
Tipo hielera: Llénalos de cerveza y te los podrás llevar a donde tú quieras.
Tipo fotocopiadora: Solo sirven para reproducir.
Tipo rizador de pelo: Siempre están calientes y enredados en tu cabello.
Tipo zapato de tacón: Una vez que le has tomado la medida, son fáciles de pisar.
Tipo horóscopo: Siempre te dicen qué debes hacer y generalmente están equivocados.
Tipo rímel: Corren a la primera lágrima.
Tipo minifalda: Si no tienes cuidado se te suben por las piernas.
Tipo estacionamiento: Los buenos ya están ocupados y los que quedan son para minusválidos o con demasiado pequeños.
Tipo clima: Nada se puede hacer para cambiarlo.
Tipo rosetas de maíz (palomitas, cotufas, popcorn, etc.): Te satisfacen pero sólo por un ratito.
Tipo tormenta de nieve: Nunca sabes cuándo viene; cuántos centímetros tendrá y cuánto tiempo durará.