Te invito a escuchar el murmullo del agua
raíz insaciable que crece en el vacío
< oblicua amalgama de resonancia profunda >
que florece en la transpiración del sol canicular,
en la agitada huida de los ríos silíceos
o en el grito eclíptico de los océanos
Oigo a los peces confesarse con el viento
arrimados al tímpano de la quietud
voces que murmuran
increpan
exhortan
persuaden
siempre con la armonía de los sextagramas ideofónicos
Cada nota es una copa de agua azulina
para mirar a través de las palabras íntimas
que nos permiten sentir la vida fermentando el vino de la noche
/ permanecer siquiera un instante en la realidad eterna
como un pájaro altivo en la vastedad del horizonte /
Si no es así
prefiero quedarme sumergido entre mis huesos
restaurando las miradas antiguas
/ por lo menos ellas parecen ciertas /
secándose bajo el sol de arena blanca
sobre lienzos de ojos extraídos de la arcilla
Si algo se parece al murmullo del agua
es el estiaje del mar en su eterna creciente
o el luminoso aullido de los lobos en el cielo de la cordillera
o el fragor de los sueños cuando se instalan en mi cerebro
para despertar los seis sentidos en los versos de un poema
La aurora me llega paciente en la espuma de las olas
se posa y recorre mis pupilas
y escudriña los polícromos espacios del viento
que sorprende a los estridentes zorzales trajinando en los manzanares
muriéndose de risa con los inocentes gorriones
dejando los deseos postergados
Amanecen las utopías abatidas en el huerto
brillando sus ojos bajo el sol de verano
lavándose de las voces miserables
que impregnan la brisa con olor de angustia
mientras las nubes transitan soñando ser agua marina
Las horas serenas me invitan a la devoción sagrada
hasta parecer un retrato delirante en el centro del cosmos
permitiéndome ser libre en un manantial infinito
sin saber si el poeta soy yo o el murmullo del agua