Estancado en la mitad de algún que otro día
Me senté en el piso a contemplarte vagamente
y sin yo buscarla me envolvió una gris melancolía
que trajo en sus bolsillos flacos unas pocas palabras de alivio
\"Esfinge viviente, dueño de realidades inimaginables
cuan grato es el misterio de tu existencia majestuosa
El aliento del invierno nos lastima como el filo de un cuchillo,
Pero el sol acaricia tu aletargado cuerpo de pelaje naranja muy cálidamente.
Tus ojos salvajes como las brasas del infierno ya descansan
de tanta penumbra y secretos que se tejen en la noche
dormitan ya , tus ojos hipnóticos
tu presencia basta para que mi corazón comprenda ...
La paz que tanto anhelo camina descalza en el vibrar de tu melodía,
conmovido por esto en un instante de tu susurro alcanzo a percibir la palabra belleza \"
Y lloro, lloro y escribo estas letras eternas, eternas ahora como las leyendas ...