Hugo Blair M.

N. N.

 

Fugaces y extinguidas llamas

no muestran la desnuda cara,

solo atesoran sus nostalgias

en gélidas fosas sin lápida.

 

Dentro de la estéril morada

se olvidan de la voz lejana,

ni siquiera será su ausencia

motivo para la conciencia.

 

Cuando uno entra en la niebla, halla

sombras de seres en la nada,

y los ojos de perlas viejas

alojados en cuencas negras .

 

Solo queda ese agrio recuerdo,

de imágenes de terror

en una zona espantosa;

sin un matiz, un canto o una rosa.

 

Hugo Blair M.

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