Alejandro Tapia

Otra vez nunca.

Otra vez nunca.

 

Otra vez tus pies blancos llegan a mi orilla, de nuevo como el primer día te enjuago en la brisa de mis ojos.

 Insistes en llevarme de la mano a lugares donde no estuvimos, para recitarte al oído las palabras que nunca te dije.

Anhelos rotos  me brotan por todos lados, me inundan y me amargan hasta el sabor del aire y el sentir de tu tacto pues en mi cabeza  hace mucho que ya destrozaste el dique.

Tu cuerpo desnudo en mi corazón sigue encerrado y cuando quiere salir basta torturarme con recuerdos de momentos que no llegaron, puedo ver en imágenes de  holografía; otras realidades donde seguimos juntos, donde morimos juntos.

He visto un sinfín de dimensiones paralelas, donde somos un par de gatos en un tejado en algún lugar de París, o en la que somos Teseo y el Minotauro, otra donde somos un par de pingüinos nadando por allí ,en otras somos hermanos, en otra tú eres Gala y yo Dalí. Incluso hay una donde nos reconozco de ancianos y te prometo que nos seguimos tocando, seguimos jugándonos  y disfrutándonos.

Por eso me duele tanto que entre todas, la mía sea esta realidad en la que otra vez, nunca volverás.