José Luis Barrientos León

Delirio

El dolor pobremente crema, cuando ya nada habita en el pozo envejecido de un cansado corazón.

Un calendario en sepia, amarillento,

Adherido al tiempo como musgo, en las ruinas perdidas de mi memoria.

Subiré contigo, ascenderé el muro.

¡El Amor de la tarde que nunca fue vencido!