Preguntaste un día
con tu mirada inquisidora,
sin los sonidos de palabras
que pronuncien tus labios.
Y cuestionaste mis acciones.
¡Oh, cuanto cuestionaste!
Sin recordar las tuyas del pasado.
Reclamaste propiedad
sobre lo que fuese tuyo, habiéndolo rechazado
y abandonado a su suerte.
Y un día miré amaneceres más bellos,
caminé senderos extensos,
disfruté de numerosos placeres, completé mi espíritu en ellos.
Un día, luego de muchos dijiste \"ahora\" ...
...cuando yo decía \"pasado\".