Esa noche camine con los amigos imaginarios
Que nunca tuve pero que de pronto Imaginé.
Había perdido las ganas de encontrarlos
Porque en el camino de la búsqueda me había perdido aún más.
Ya sin ganas, no quise buscar más,
Solo me acosté para poder despertar,
Ver la realidad,
Y caminar el mundo casi solo,
Sin ser el primero,
Pero sabiendo que tampoco era el último en su profundo corazón.