Mi alegría de estar,
de existir...
tratando estoy de dejar
a un lado todas las pasadas penas.
Aunque algunas quedan...
en mi corazón...
pero esta alegría que siento
al despertar de cada mañana,
y saber que tú también
existes en este mundo...
me da alegría...
Me injerta en las venas,
las tuyas, y me siento
como si fuésemos un solo ser.
Gracias a la vida,
he llegado a conocerte,
y este acontecimiento en ella,
mi vida, me ha trasladado
de la tristeza a la alegría.
Las tristezas...que nunca están ausentes
en la vida de nosotros, los terrestres...
pero amanezco y rezo por ti...
y por todos los seres del planeta.
El saberme amado, me ha cambiado.
Me ha convertido en un hombre
de profunda fe, agregada a la que
tenía... la fe cristiana.
Tenemos caracteres distintos.
Pero nuestras almas
tanto se asemejan...
y es porque nos amamos...
Amor... cómo el amor puede
cambiar el rumbo de
nuestra existencia.
En mí noto un gran cambio,
para bien.
Tú lo has percibido y me
lo has dicho varias veces.
Los latidos de mi corazón,
dicen te amo, te amo, te amo...
Oh, cuánto te amo...
tu presencia rejuvenece
mi corazón...
Ahora es feliz...
y permanentemente me transmite
su felicidad, al compás de su latir...
Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 11/12/2012)