El día cae;
La mar en profunda calma arrulla al sol,
cansado y achacoso,
las olas le cantan canciones
de cuna,
la brisa le purifica el aire,
mientras las gaviotas vuelan y lo mecen,
y lo arrullan.
Las nubes lo cubre en su manto rojo,
mientras el pescador observa inocentemente,
como va naciendo la luna...
Y el enamorado espera en la playa,
impaciente a su musa.