Hace siglos vivió un sabio,
que debido a sus amplios conocimientos
fue nombrado director de la biblioteca
donde halló un antiguo y polvoso manuscrito.
Motivado por tan raro pergamino
y apoyado en su genio y su bastón
emprendió, contra el deseo de los envidiosos,
la ruta que habría de llevarlo a descubrir
el tamaño y la forma de la Tierra.