Resbalan mis ojos
por tu foto,
me desplazo
a preguntas cortas
(a suspiros largos),
miradas
de júbilo sin dudas,
que van trazando
(lentamente)
la geografía acústica
de tu rubor.
Tu rostro
me sorprende a gestos,
mostrando
la medida dulzura
que en los ojos te delata,
expresada allí,
en las curvas
de la acertada boca,
donde nacen
la sonrisa
y la canción.
Eduardo A. Bello Martinez
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