Dicen de la vírgen del Pilar
que no quiere ser francesa
que quiere ser capitana de la tropa aragonesa
esta vírgen, no es vírgen si quiere batallar.
La vírgen dicen que la trajo Santiago
venir desde tan lejos hasta Zaragoza
es gran sacrificio que solo se hace por una moza
yo no puedo ser ápostol ni andar tanto porque soy vago.
Aquí hay tantas santas que podría llamarse
la extraña tierra de las once mil vírgenes
solo hay que estudiar la historia para ver los orígenes
y después ir a un confesor para santificarse.
La devoción a la vírgen del Rocío es la más tumultuosa
tan alegre y atractiva que vienen hasta los ateos
desde tan remotos lugares que llegan dando rodeos
y aquí termina mi devoción mariana si no la más pía es la más graciosa.