Julio David Alonso

Un cuarto de siglo

Ya tengo veinticinco años cumplidos.

Sé que no llegaré a los cien.

Además, ¿quién quiere vivir tanto?

A veces siento que me queda poco tiempo

para hacer tantas cosas:

vivir mis sueños con plena felicidad,

tener viajes épicos para recordar en

un futuro incierto mis momentos felices,

descubrir cosas que me acerquen cada

vez más  a la verdad…

Sólo soy un mortal ávido de pasión;

pues amo profundamente la vida

y el amor. Sentirme vivo

es un acto sublime,

una dicha cierta,

un hálito

único.