No sé si soy
vanidad u orgullo...
desbocado en la fuente
del silencio,
desnutrido...
en la noche sin corona
por la siesta deshojada
de su pecho,
y un ángel descreído
en mi se encela...
deslazado en el labio
sin corola,
desgarrado en la tarde
sin memoria...
por la gracia
desnudada
de su beso.