Me ahogo en el llanto de mi alma,
El susurro de mi alegría esta en mi oído queriendo ser escuchada.
Miles de voces suenan en mi mente,
Solo una opaca a todas, el desánimo
Se apodera de ellas, una por una
No dejando alguna con sonido.
Quizás un día pueda manejar esta voz
Dentro de mi mente, suena y suena
Haciéndome despertar del trance de falsa felicidad.
Atraviesa uno a uno cada pensamiento
Tornandolo sombrío y sin voz propia
Solo aquella voz que lucha por dominar esta presente.