No reniegues de mis comportamientos.
No soy un ogro.
Soy un ser como tú,
como el otro y el otro.
Con la diferencia
que otros pueden llegar
a tener más suerte que yo
en esta mísera vida.
Te pasas todo el día observándome,
y ya estoy, te aseguro,
un poco cansado de estar
custodiado como si fuese un bebé.
Un bebé toma leche.
Yo ya soy un adulto
y tomo vino.
Porque se me da la gran gana.
¿cómo quieres que no tenga penas
si todas las cosas me salen en contra?
Ya no me tienes más respeto.
Hasta nuestros hijos
me hacen observaciones
y se comportan maleducadamente.
He de ser un bebedor empedernido,
pero les he enseñado buena educación...
y ahora me faltan el respeto,
¡ y hasta me dicen en la cara
que soy un borracho!
Y tú que nada les observas,
los dejas nomás...
Soy el dueño de casa
que recibe las bofetadas
de mi propia familia.
No crean que soy un inconsciente...
me doy cuenta de que tienen razón,
pero paren un poco la mano.
Tomo, pero en lo posible, los respeto.
Ustedes sin ser bebedores,
podrían respetarme más a mí.
¿qué es lo que tendría que hacer
para conquistarlos?
¿dejar de beber?
La bebida me ayuda a estar un poco alegre.
Vivo en la más profunda de las tristezas,
también de las broncas...
por algo que tú nunca quieres que
toque el tema.
La política.
Siempre dices que soy un zafado,
un desbocado, y que uso terminologías
abruptas e hirientes...
total, ellos no me escuchan.
Se merecen lo que expreso.
Tienen... sí, sí, ya lo sé...
tengo que callarme.
No puedo evitarlo.
Es más fuerte que yo.
No entiendo un cuerno de política.
Pero soy un habitante más de mi país,
y tengo que estar sufriendo
las estupideces que hacen esto señores...
Señores... sáquenles la guita mal ganada,
y van a ver si son señores...
Yo también soy un señor,
un ser humano de carne y hueso
como estos \"señores\",
con la diferencia que tengo
una jubilación de mierda,
y ellos ganan fortunas mensuales...
¡otra vez!... que me calle, sí,
que me calle...
Ah, si me animara a gritar a los cuatro vientos
lo que realmente pienso
de estos \"señores\",
que nos están defecando la vida...
no solo a mí...
a cientos y cientos...
miles y miles...
tenemos que soportar las odiseas
que padecemos culpa de estos at...
está bien, está bien, me callo...
me callo, sí, pero qué ganas tengo
de gritar...
y tú que siempre me estás observando...no me dejas ni tomar ni opinar...
está bien, pero...
yo voy a seguir opinando y tomando.
¡Que viva el vino tinto y mi Patria!...
Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 17/07/2013)