argantonio

Ázucar

El sol también dormitaba

me sorprendió la mañana,

con un sabor de ázucar

de caña, una miel extraña,

el milagro ocurrió durante

un encuentro de estrellas

fugaces y de luciérnagas

extraviadas, dos sonrisas

cómplices, dos fugados

asteróides, después todo

volvió a ser como era,

cada estrella con su galaxia,

a su suerte, yo jugué, loco

de mi, fuerte, pero me tocó

la vida y se aplazó la muerte.