En orbe celestial tan infinito
Sólo somos errantes caminantes,
Somos polvo en desierto, palpitantes
Motas de aquel amor noble y bendito;
Somos punto en extenso y gran escrito,
Una gota entre océanos gigantes,
Una chispa en las llamas desbordantes
De un fuego que devora nuestro sitio;
Y a pesar de ser ínfima en medida,
Es enorme la luz de nuestra esencia;
Un alma que se expande por la vida
Como tanto puede ver nuestra conciencia:
Amor es ambrosía, que vertida,
Regala al Universo su presencia…