Qué rostro difuso es el amor
que todo entrega y todo da,
que es un lazo en el tiempo que no ata,
que es la luz,
y fuerza que empodera
y que se me esconde entre
la obscuridad de la vitrina de la ausencia.
Es el rostro místico que se me niega,
como Pedro negó a Jesús en su presencia..
presente rostro que se aleja
y escapa como el bello
de colibrí que no deja palparlo,
consentirlo,
y abrazarlo en clemencia….
Lo Miro y es un sentido que aunque
existe desde antes de la cuna a veces
no quiere cohexistir
en mi hábitat
que todo lo dibuja
como un jardín en primavera
Y que con candado se cierra para mi temple.
Insólito es el amor que no toca
a mi puerta
como toca en otro postigo,
parece que acerca
pero huye como ladrón en fuga
Fuga que deja
a mi portal del alma desenvainado.
Duro es no comulgar en su nombre
con todo lo que abarca
su testamento
con todo lo que al cáliz en naturaleza
llena, como llena el agua y la sangre de vida
con todo lo que mi razón acaudala
su renombre.
El amor que astuto se pronuncia, me evade
como impuesto que no quiere
rendir frutos
y beneficiar el aire…
Se niega a comprar el ticket para
subirse en el tren de mis sentidos
Y placeres .
¡Ay del Tímido rostro!...
se oculta y no quiere
llegar a la cita del alma
preparada en fervores, cariño, besos
y violines tocando amores
En ojos de estrella latentes
Cubriendo horizontes
de rojos colores.
Este amor sin cara y sin maquillaje
el que tanto espero
que no se identifica
se niega también a lanzar sus redes
al mar del romance
Y pescar en mi trasparente oleaje…
Es extraño el amor, que no descifro .
Es raro como el mutar del tiempo,
que no entiendo…
Quizás muere de miedo
al querer entrar
en mi puerta desolada…
quizás se encuentre cerca o alejado
con su credencial confusa bajo su tejado.
Frágil como cristal es este rostro negado
que aunque rompa el tiempo de mi vida
le seguiré dejando
mi vitrina encendida
y escribiéndole mis jeroglíficos poemas
con las coordenadas
de mis sentimientos.
Dejaré mi puerta abierta por si desea
aceptar mi eterna primavera
venir, tocar mi puerta
y llenar
mi copa
y beber de ella todo trance...
Revelando,
revelando al fin
su ocultado prestigio
y apellido,
Y logrando que yo no niegue
que el verdadero rostro
del amor existe.
Mariana Gutiérrez, Julio 2018