tibaldo

Una cárcel

 

 



Despierto en la oscuridad,
oigo el tropel del miedo;
escucho el ruido gaseoso
de las bombas lacrimógenas,
el disparo de pistolas y
escopetas de perdigones de 
una nueva edad media.
Se visten de hierro con
armaduras negligentes
o con armaduras artísticas.
Hay una cárcel en
cada calle.