México , 9 de julio de 2018
Mi querido viejo lindo :
No sé cuando leas esta carta que como disculpa ofrezco y como manifiesto, deseo hacerla perpetua en tu corazón de celeste roble que posees en ese heroico cuerpo de luchador y donador de frutos en pasión y de amor en que fui procreada en esa fuente infinita de latido multiplicador.
Ésta vez permite que hable mi alma envuelta en toda la sabiduría que me has entregado Con tu trabajo y ensamble de horas gobernables, siendo fuerza y motor para entregar tu legado y dejar tu marca de superhéroe en este familia que como buena cosecha a sabido valorar la bonanza desplegando ecos de tu ejemplo y valía. Permíteme a mi alma escribir como jamás había escrito en mi fideiconizada vida.
Sabes que no he sido Perfecta, que no lo soy, que como toda persona a veces se equivoca, y no he entendido de las decisiones que tomas, desiciones que son tuyas y que ha veces quisiera adquirirlas como mías. No he comprendido que los conflictos con mi madre no son conmigo y me disculpo si tomo partido y me adjudico calenturas ajenas cuando debo aceptar que el perro no es mío y que no me debo comprar problemas que son de dos, y que debo valorar con gratitud todo lo que das.
Mi querido viejo se que ha veces para ti días los días van de tormenta en tormenta, que el crujir de dientes a veces te agobia y que ha veces te llega el agua hasta el cuello y no encuentras la salida en las encrucijadas de las situaciones, pero como guerrero enfrenta cada batalla y logras traer el pan a nuestra mesa...
Se que a veces no te comprendo y que me enojo cuando llegas cansado y mal saludas y te sirves copas como si quisieras desahogarte del cólera de tus agonías y penas del trabajo que te agota las pilas.
Viejo ahora que veo que las hojas del tiempo caen y las horas avanzan como locomotoras y miro tu letargo, miro tu herencia que me enseña a pedir disculpas, agradecerle al tiempo, a las horas caídas, a tus arrugas coleccionadas que me han aleccionado en lo duro que es la vida, qué hay que vencer la duda, encontrar en holgura, la subidas a la cima, dejar atrás las simas de la desesperanza como si quisiéramos salir de los abismos que cubren nuestros pasos y producir los cambios.
Perdóname ya que a veces no te escucho cuando me dices que ponga el papel del baño y no lo hago ni apagar luces tampoco. Perdón por no ser tan vivaz en mis decisiones y labores, por despilfarrar algunas moralejas que me enseñaste como te enseñaron tus padres…Discúlpame por desperdiciar el tiempo, por no decirte antes que eres Gavilán, mi Gavilán de vuelo, el reflejo de mi vida, el pilar de los ojos nobles de maestro…
Perdón por no ponerme dentro de tu cristal del alma. Disculpa por no haber entregado abrazos más extensos, por no sentir y vivir con un suspiro en el pecho con cosquillas, por enredar mis sentimientos y dejarlo guardados como se guarda un cachivache inservible en lo más obscuro de la casa.
Perdón por no abrir mi alma cuando lo necesitas, por alzar la voz como enloquecida dejándote con herida de dardos en tu resguardo, por ir sin decirte en verso que en mi corazón se guardan las palabras, las risas los te quiero, los besos no dados y que lanzarlos al vuelo es anhelo y esperanza en vida, porque mi alma es tu alma, soy de ti tímida niña que lleva ungida tu sangre en su sangre y por ella estoy latiendo, por ella abro mi corazón de poeta, por ella es que estoy agradecida y me siento bendecida, por tu sangre levanto en cada dulce primavera con mi pasión fortalecida, con mis venas a flor de piel vibrando con ánimo de seguir, como lo haces tú en tu cuerpo maduro y tu alma joven de soñador indestructible.
Gracias por haberme tejido en amor como mágica princesa, por hacerme tu jardín de belleza en esplendor, por darme un pedazo de tu vida y tu atención, por enseñarme la importancia de todo y su valor. Gracias mi querido viejo lindo por tanto amor, por cuidarme y protegerme el corazón, por tu amor de padre que me hizo crece, llorar, caer levantarme , y aprender y ser mujer . Gracias por tu humildad, tu tenacidad, tu capa de mago jornalero en que vistes para que logre mis sueños y los fructifique servilmente…
Agradecida y orgullosa estoy por que te debo la mitad de mi vida, mi cielo, mi verbo, mi desvelo, mi felicidad en flor del cielo, Tal vez sea yo un pedazo de universo como esa pequeña luz que titila a lo lejos en la herencia del cielo, tal vez sea solo una pequeña molécula de polvo, pero yo te quiero a lo grande en la inmensidad del infinito como el corazón del mundo vestido en un amor impoluto y descrito en sangre y letra que derrama el alma.
Recibe todo mi admiración, mi gratitud, mi respeto, mis disculpas que pinten nuevas caricias en tu corazón
de héroe, todo mi amor escrito en voz de mi Alma que te quiere y te amara en mil vidas más. Gracias mi querido viejo por ser la luz de mi vida y darme tu sangre. Te quiero con lo infinito de mi ser. Recibe estás humildes palabras rellenas de amor que por ti existen, que son poco y son un todo, y me faltarías hojas, tinta y tiempo para expresarte tanto, pero no quiero callármelo más, ya no quiero ocultar mis sentimientos como siempre lo hago. En vida te lo digo y te lo repetiría hasta en el mismo cielo ¡Te Amo y amaré con todo mi corazón!
Tú hija que con amor escribe
Mariana
Julio 2018.