¡Ay Mujer fatal, no seas cruel,
que de tus pechos de buen consejo
tu verdad desnuda veo tu espejo
el destello un sonido de cascabel!
Tan peligrosa y manipuladora
como materna, cariñosa,
buena, dulce mariposa,
como maltrata, ingrata y traidora.
Tu verdad desnuda tan puntual
que de cobardes es no entenderte,
como tu flor es igual a ventura o muerte.
Tu verdad desnuda tan general,
a mí me llena de desenfreno,
que eres mi ángel como mi veneno.