¡Yo la amo, cómo nunca será amada!
En la dulzura de la mirada mía,
tiene su bella esencia figurada
constelación de la noche sombría;
yo la amo, cómo nunca será amada
aunque sus labios, yo nunca haya besado,
la amo en mis sueños de madrugada
aquel mar turquesa voy navegando.
Tanto la amo, ¡Oh, mi estrella lejana!
En mi aquelarre resplandece tu luz,
majestuosa color viláceo emana
ensimismado veo formar una cruz.
Así la amo, es una llama ardiente
tono rojizo, su aura prevalece
en mí, el bello sentir jamás miente
una flama en los lirios resplandece.
En el cielo escribo la melodía
mis versos entonan la sinfonía,
enversar, loar su bella utopía
un manantial de vida mi poesía.