EL DOLOR DE UNA MADRE
«La pérdida de un hijo»
Traspasa la garganta el grito inerte,
vivido con dolor que desespera,
aprovecha la oscura y traicionera
fatua Parca, encubierta que no advierte.
Repentino quebranto, por la muerte
del verbo único amado y se abatiera
desde el vientre materno, que naciera
con el ansia de vida, y él revierte.
Angustia del dolor atravesado,
cuál daga que penetra todo el ser,
de la madre sufrida por tener
al hijo, entre sus brazos amansado,
del llanto de una vida, que al nacer,
quisiera y amara tanto su querer.
Sufrir y padecer
es morir por el hijo más ansiado,
que la muerte callada ha quitado.
Roberto J. Martín