¡Devanar tu amor con el mío me he dado
con absoluto enamoramiento,
y total pasión de las úvulas
que en las bocas son botones rosáceos …
y locuras son del beso!...
Más cuando nombro cada arpegio tuyo
en cada encuentro de besameles dulces,
porque siempre enamorada estoy
al devanar tu amor, con hilos de no sé cuántas
melifluas fibras que bien saben tejer nuestras vidas
cada día, en cada instante, tan de otros tiempos…
que si Aracne la ninfa hermosa
su vista alcanzar pudiera nuestro telar
el suyo confundiera con el nuestro muy soberbia…
muy celosa…y te raptara, amor.
¡Muy penoso ¡ay! para mí sería
cuando más enamorada estoy de mi hilandero corazón,
anudando al tuyo: ¡Como un puchero de “aristoloquia”
en la más entrelazada trenza…devanando amor!...
aristoloquia: planta trepadora con flores
Mariluz Reyes
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