Aquella superluna
no distinguía sobre culturas
Entregaba todo su esplendor,
sin atadura alguna.
Se encontró en el atardecer
con el sol poniéndose.
Ella supo opacar luego
esa estrella que todo lo ve:
guiaba cual sol de mediodía
y supe que nunca más vería
semejante maravilla satelital
(Con mi mente podría)
-esdrújuliä