tibaldo

Dioses sin ojos

 

Con las manos en los bolsillos y 
las bocas cerradas, dejamos
a los dioses sin ojos nuestra protección.

Las lågrimas se burlaron de las måscaras:
cayeron las armaduras de hierro,
cayeron los G.P.S.
cayeron las alambradas eléctricas,
cayeron las alambradas de prisión.
Pero siguen allí, como chatarra olvidada, mitigando
el dolor.

Autor: Tibaldo Borjas Guarucano, Windsor, 11 de julio del 2016.