En esta tarde serena
De colores tenues y brillantes
Enmarcan la agonía
De un amor recalcitrante
En esta tarde tranquila
De nubes alegres y danzantes
El alma que pende de un hilo
Por un amor delirante
En este crepúsculo rojizo
Que enmarca un adiós enfermizo
Que llega dando tranquilidad
A un alma que no encontraba paz.