EL ADIÒS DE MI MANO.
El adiós te dio mi mano,
pero no mi alma,
ocultando el dolor arcano
y el purgar de una lágrima.
Te sonreí con sarcasmo,
pues mi sonrisa fue llanto
y a pesar de amarte tanto,
me callé : Un Te amo.
Y no te di a conocer,
lo que sabes en demasía,
que nadie podrá tener,
el amor que te di un día.
Autor: Víctor A. Arana
(VÍCTOR SANTA ROSA)