Cada uno tiene su dios
yo al mío le hablo y se manifiesta
quizá con el silencio
del diablo me contesta
y yo confundo el dios número uno
con el dios número dos.
Se muere antes de la hora
porque queda mucho por hacer
pronto llega el amanecer
no se termina el día y ya se añora.
Mientras más se sabe
mucho más se ignora
lo que ayer sabías ahora se añora
y en mi mente más no cabe.
Yo desde mi cama
veo desiertos y cordilleras
tú ahora viejo, no eres como eras
y solo estás a gusto en la calma.
Cuando era un chaval
imaginaba ríos y praderas
bosques flores y primaveras
y me había inventado el paraíso terrenal.