Mar. Un mar. Barco de papel en el cielo.
Navego, navego...y mi barco de papel...,
¡ay, mar, mi mar! .Paso por un burdel
y mi flor en lágrimas no tiene consuelo.
Flor de papel y lágrimas en un pañuelo;
sí, la estela blanca que me quema la piel
al ver el azul manchado por todo aquel
que la tocó y, como tonto pez, picó del anzuelo.
Un tiburón avaricioso, mentiroso,
con un simple soplo borra mi barco honesto:
¡¡peligro, peligro, peligro!! ,todo mi presupuesto
al fondo azul más y más...vicioso.
Mi Titanic tan imponente y hermoso,
ya jamás lo recuperaré, ¡jamás!, y esto
en pocas palabras:¡Dios se ha impuesto!.
Todo mi barco de papel en un mar lacrimoso.
NACHO REY