Quiero que tu esencia perpetúe mi alma,
que tu ser advierta al mío para conjugar el amor,
evaporarme en el silencio de la noche y
mezclarme con tu olor.
Quiero, al igual que un árbol refujiarme en tus
brazos,
y alborotarme como inquietos pájaros, con la
cercanía de tu cuerpo.
Que el abrazo sea eterno, cuidando que no haya
espacio, ni hueco.
Quiero, mi vida plagada de deseos,
y que mi cuerpo deseoso de tí,
permanezca cálido, espectante, latente...
Quiero, me tomes, hoy, ahora y siempre.