Quisiera conocer tu vasto mundo
ver brillar la estrellas en tu cielo,
descifrar la albura de tu misterio
morir y renacer en cada beso.
Volar entre sus perfumados campos
recorrer las riveras de sus ríos,
y en los pétalos de los blancos lirios
plasmar nuestros nombres entrelazados;
con los hilos plateados del destino
que guían por valles cálidos y floridos,
himnos a la eternidad son sus cantos
céfiro sonido inunda los oídos;
un colibrí se posará en los sauces
lleva un racimo de laurel dorado,
prudente, y taciturno en su vuelo
curioso contempla a los visitantes;
bello paisaje repleto de vida
donde los vientos suaves de la tarde,
figuran con los polvos del arenal
peldaños que llevan a una gran torre;
donde veremos dormir al ocaso
y tomados de las manos, amando
veré esconder aquel inmenso manto
en los pliegues de tu sombra, su encanto.
En tus pupilas nacerá un lucero
que guarda del universo un secreto,
y tan sólo este poeta podrá verlo
tatuado en cada poro de tu cuerpo.
Una aurora adorna mi anhelo
blanquiazul velo que hoy me cobija,
esperanza, bonanza eres mi sueño
tus labios fulgores de mi eternidad.
Y caer rendido en aquel firmamento
impregnar mi inspiración en cada astro,
para esparcir el perfume del sándalo
en la inmensidad de ese mar eterno.
Quisiera conocer tu vasto mundo
morir y renacer en cada beso
volar entre tus perfumados campos,
plasmar nuestro amor en un bello verso.