AMADÍS

CANTO DE ESPERANZA: A FEDERICO GARCÍA LORCA  

 

 

Te busco amigo mío por doquiera...
mas no puedo arrancarte de mi mente
pues hiciste en mi alma enredadera.

Y a pesar de tan largo tiempo ausente
tus poemas me sirven de alimento,
pues, en mí, siempre vives tú presente

ocupándome todo el pensamiento.
Jinete cabalgando te he soñado,
cometa que volabas sobre el viento.

Y, ¿cuánto con tristeza te he llorado?
Que lágrimas de sangre aún me vierte
el corazón, del tuyo enamorado.

Con su guadaña vino a ti la muerte
quedando aquella noche ensangrentada;
y, ¿qué hados te trajeron mala suerte?

Y, ¿dónde estaba Dios la madrugada?...
pero los hombres son con sus rencores,
el odio y tanta envidia despiadada.

Yo querría llevarte algunas flores,
donde tu cuerpo pueda reposar
con el trinar de pájaros cantores.

La luna se quería desposar
tú de negro, ella rojo su vestido
y en sus manos un ramo de azahar.

Y yo pregunto ¿dónde te han metido?...
Alimentando rosas y jazmines 
en un hondo barranco allí perdido.

Te buscaré del mundo sus confines
hasta haber tus reliquias encontrado
y haremos fiesta y fondo de violines.

Tu versar compañero va a mi lado
y, como perro mis entrañas muerde
dejándome el sentido traspasado

soñando...verde que te quiero verde...
Maldita sea siempre toda guerra,
que el mismo vencedor también la pierde.

Si no aprendemos del error se yerra:
y esparcimos el odio de semilla
sembramos de cadáveres la tierra.

¡El poeta de alma tan sencilla
sea concordia entre los hermanos,
fanal de amor y paz su luz nos brilla
haciéndonos vencer rencores vanos!