Un barco de la ilusión a la deriva,
Se conduce en el mar de los detalles,
Diosa de todos los valles,
Como piensas que aún te tenga cautiva.
Sin motores, sin remos,
Solo velas de papel,
Triste final de argentpel.
El precipicio en él caímos.
Recorre los días, sobre el peso de los mares,
Te vi, mi diosa...
Siempre tan hermosa,
Como apagar esta hoguera de sentimientos.