He decidido entonces invadir un terreno
Un pedazo de mundo engastado en el mar
Hacia el frente un lindero marcado por las olas
Y un montón de palmeras por la parte de atrás.
El suelo de mi estancia estará siempre húmedo
Caminaré en un lecho de sudor y de sal
Vagaré por las dunas bajo un cielo cobrizo
Buscaré caracolas bajo un sol cenital.
Me tejeré una red con mil brazos de anémonas
Pescaré camarones y sardinas no más
Rumiaré sin hablarlas esas viejas canciones
Que de niño escuchaba en la voz maternal.
Recogeré maderos dormidos en la arena
Haré una hornilla rústica para allí preparar
Los frutos del océano que conformen mi cena
Con olor a naufragios,aromas de nereidas
Y leyendas de nácar que vengan de ultramar.
Una tarde cualquiera clavaré cuatro troncos
Cada uno orientado a un punto cardinal
luego iré acumulando al través palos toscos
para así poco a poco mi cabaña formar.
Robaré a mi vagancia una mañana umbría
Desraizaré una palma que la marea sembró
Le pondré a mi mejora techumbre esmeraldina
Dejando un agujero por donde duerma yo.
En las noches de luna confiscaré luceros
Me embriagaré de nubes hasta que salga el sol
Cuando llegue el invierno todo mi cuerpo entero
Vibrará con las lluvias en redoblado son.
Intentará buscar al fondo de los ojos
De un pelícano viejo el misterioso don
De charlar con las ondas, darle el amos al céfiro
Y decirle al océano \"Yo soy tu, tu eres yo\".
Quiero estar siempre solo, no tener compañía
Quizás deje vivir en casa en un rincón
A un cangrejo pirata que me robe comida
También malhumorado y triste como yo.
Contaré los abriles fijándome en mi cuerpo
En mi piel , en mis manos y en lo que nunca fué
De mi pelo las algas que se vayan cayendo
Que por hilos de espuma yo los reemplazaré.
Y una fecha cualquiera, un momento cualquiera
Entraré a mi bohío con cansino ademán
Sin ponerle cuidado a lo que pase afuera
Y cerraré los ojos sin ver el sol ya más.
No deseo que me entierren.Que guarden mis despojos
Como eslabón de vida de los seres del mar
Que tal vez algún día a través de otros ojos
Nuevamente el océano pueda yo contemplar.