Pensando ociosamente he concluido
que el amor y la vida son lo mismo
-Quizá es deficiente silogismo, duda alterna-
son dos formas de nombrar lo incógnito
con sílabas y tildes conocidas.
El pensamiento, el sentimiento y sus conjuntos
son los variables síntomas
del cardiograma que escribe disgrafías
o criptogramas en ringleras y vacíos.
¡Y qué ironía! el amor es un disparo
que atraviesa los ojos y el cerebro
y en el corazón instala sus efectos.
Otros dicen , en cambio, es un balazo
de frente al corazón, son los ciegos
que juran que el amor también lo es.
Para complicarme más, recordaré
que alguna vez oí que el amor llega
como la muerte pero da la vida.
Por otro lado, uno deja de vivir
y solo entonces al amor lo entierran
para que vuelva a brotar como la yerba.
Uno ama con la mente y el corazón lo siente.
Uno ama con el corazón y la cabeza lo entiende.
Uno ama con los dos, y eso es la vida...
Sabido es que para matar a alguien
certeramente y sin complicaciones
se debe apuntar al corazón o a la cabeza;
para procrear o ajusticiar al amor
haga lo mismo.